Visiblemente molesto en la conferencia de prensa, celebrada en el Hotel Winsdor, el pasado martes, en Río de Janeiro, Anderson Silva, realmente estaba tratando de mantener su lucha contra Chael Sonnen en Brasil, pero fue en vano. Programado para comenzar a las 11 horas, la conferencia se produjo una hora más tarde, tiempo en el que Dana White perdió para convencer al campeón de luchar el 7 de julio en Las Vegas, en lugar del 23 de junio en el Engenhão, como se especulaba.
De acuerdo con la columna semanal del diario O Globo "MMA dentro de la Arena", la lucha fue trasladada debido a la falta de infraestructura en la ciudad, que no tendría suficientes hoteles para alojar el evento. El campeón se vio frustrado, e insistió en la lucha en Brasil, dijo a Dana que Sonnen había faltado el respeto a él, a su familia y a todos los brasileños. "Se merece tomar una lección aquí, se lo debo a mi gente", repitió. Pero Dana se mostró inflexible. "Si no hay donde suceda un evento tan grande, deberá de ser en Las Vegas", dijo el dueño de la UFC.
Dana explicó que Las Vegas es una ciudad que tiene una estructura para promover el UFC de un día para otro. La capital de los juegos de azar y la lucha está ahí, dijo el jefe. Recordó que esta confrontación tendrá que ser en los Estados Unidos, la semana de las celebraciones de la independencia. Habló de las ventas potenciales que generarían. Por último, Dana obtuvo un buen porcentaje de ventas a través del evento de pay-per-view para Anderson.
Después de mucha ida y vuelta, Anderson finalmente se volvió a Dana y le dijo: "Está bien, Dana, y luego me dices lo que vas a querer de mí." Dana dijo: "Yo quiero que vayas a Las Vegas y luches bien, que hagas una gran pelea". Fue entonces cuando el campeón aceptó la misión y dijo sin vacilar: "Si tiene que ser así, voy a vencer a este tipo en cualquier lugar, se merece una lección."
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