TEXTOPATA
Una Salida con una Chica Alternativa (Parte 2)
Inicialmente en la historia se había dicho que íbamos al recuentro de dos amigos más pero solo estuvimos hablando de uno para precisar de Javicho. Al otro se le llamo por teléfono unas tres veces seguidas pero no respondía seguramente porque a esa hora ya estaba durmiendo. Pero a una cuarta y final Yimy si contesto pero debido a compromisos que tenia muy temprano por la mañana negó su presencia para unirse a nosotros a esa noche pero si aseguro ir a la playa después de las nueve de la mañana del día siguiente. Retomamos nuevamente el relato y nos quedamos en que Javicho le hacia espacio en el asiento trasero al travesti llamado Venus a quien Daigo había contratado para hacernos compañía. Luego de romper el hielo presentándonos con nombres falsos ante la señorita, todos decidimos ir al sur de la ciudad y yo no dejaba de reír sigilosamente para evitar que se tome como burla. Le miraba a Javicho por el retrovisor y este también se reía y se tocaba la frente y en el momento que llegamos cerca a su casa por donde justamente también vive su novia este se escondió poniendo la cabeza por debajo de la ventanilla a lo que Venus pregunto que de que o quien se escondía y le di la respuesta. Ella/El dijo que en ese caso la que debería esconderse seria ella y no Javicho pero eso si que iba a ser peligrosamente gracioso y digo peligroso porque si Venus se agachaba se daría a entender que le estaba haciendo a Javicho una absorbida, una succionada, una lamida ósea una mama… madre que situación incomodísima hubiera sido para Javicho si alguien de la cuadra lo hubiera visto y de seguro yo dejaba la discreta sonrisa por una escandalosa matada de risa de esas que te quitan el aire, te atoran y al final te hacen toser. Pero bueno gracias al auto de Daigo nos retiramos unos metros más allá para luego Javicho bajar y comprar tres litros de vino dinero que Daigo puso en su totalidad. De ahí nos retiramos hacia la parte sur este de aquel lugar en donde la única luz es la de la luna y la del auto en su interior. Llegamos hasta allí y empezamos a beber el vino una acción un poco complicada de realizar ya que debíamos compartir el vaso entre todos los ocupantes del carro incluyendo a Venus. Así que propuse beber de diferentes vasos pero que dilema solo habían dos. Entonces no dije nada y me serví el primer trago. Luego hice el cambiazo y les di del otro vaso. Bueno es que ya saben es la primera vez que uno bebe con un travesti y pues por más que lo eduquen que ciertas enfermedades venéreas no se trasminen por compartir el vaso pero a veces a uno le llega a la punta del aparato reproductor masculino que claro uno se vuelve algo paranoico y cree que mejor es prevenir. Hasta que el vasito se me cae y se rompe y pues ni modo es cierto eso que dicen los especialistas no se contagia nada por los vasitos, ni por los cubiertos ni por usar el baño. Es en serio si les digo que la mayor parte de sonido que hacíamos dentro del auto no eran más que risas y carcajadas casi no decíamos nada de palabra ya que aun no se salía del asombro o quizá había que darle algo de tiempo al vino a que haga su trabajo. Pero aquel extraño pero buen pasatiempo fue alterado hasta que por delante de nosotros empezó a acercarse una camioneta 4x4 con las luces apagadas me asome por el parabrisas para verlo mejor hasta que las luces de aquel carro me cegó por un instante, luego apareció un par de luces mas en el techo cuyos colores son universales si el azul y el rojo era nuestra querida PNP que se estaciono detrás de nosotros luego uno de los policías bajo a pedirnos nuestros documentos de identidad. Le preguntamos de cuál era el motivo y pues nos respondió que estábamos en actitud sospechosa ya que en esa zona se habían cometido robos a los almacenes madereros. Cauteloso tire el vino por la ventana y si hubiera sido posible también hubiese tirado al travesti pero era casi imposible en ese momento. Para mala suerte de nosotros Javicho y Venus no tenían a la mano sus documentos por lo que fue pretexto suficiente para que nos dijeran que nos iban a detener cuatro horas en el puesto policial para luego darnos libertad pero para nuestra suerte el policía que Venus era netamente mujer. Así que Daigo encendió el auto para seguir a la patrulla. Por las mil putas pobre de nosotros. Para ver a donde llegaba todo esto solo teníamos que aguardar hasta llegar a esa comisaria. Pero en serio que largo que se nos hizo el camino.
ROCKFACTORY.BLOG 2012 / EDITORIAL
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